A inicios de 2020, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) alertó de la reaparición de la Enfermedad Hemorrágica Viral de los Conejos (EHVC). En abril de este mismo año, el Centro Nacional de Servicios de Constatación en Salud Animal (CENAPA) del SENASICA confirmó la detección del virus del EHVC subtipo 2 en muestras de conejos y liebres provenientes de Chihuahua. Hasta el momento, los veterinarios de la Comisión México-Estados Unidos para la Prevención de la Fiebre Aftosa y otras Enfermedades Exóticas de los Animales (CPA) del SENASICA, han detectado 36 casos de la enfermedad en animales domésticos4. Sin embargo, a la fecha de la esta redacción, Roberto Navarro, director de la CPA, menciona que tienen 55 casos confirmados en conejos y liebres domésticos y silvestres, los cuales siguen incrementando.
La “enfermedad hemorrágica viral de los conejos y liebres (EHVC)” es una enfermedad exótica producida por un virus altamente transmisible y de rápida diseminación en animales susceptibles. Constituye un grave problema sanitario que produce considerables pérdidas económicas al país, por la importancia socioeconómica de la especie cunícola, entre las especies que integran la ganadería nacional (DOF, 1989).
Esta enfermedad afecta a los conejos domésticos y liebres silvestres. Se caracteriza por ser contagiosa y mortífera. Comienza con problemas respiratorios severos en animales mayores de dos meses de edad (1). Puede ocasionar la muerte con al menos 12 horas (3). El virus EHVC se encuentra en secreciones y excreciones de los animales infectados (fluido ocular y nasal, orina y heces), afectando a conejos y liebres silvestres (3). El laboratorio de Bioseguridad Nivel 3 de la SENASICA aclaró que el virus es propio de la especie y no afecta a seres humanos (7), sin embargo el ser humano funge como agente de transmisión (3).
El virus de la EHVC presenta un período de incubación corto, de 16 a 48 horas, morbilidad del 80% y mortalidad superior al 90%. Existe una relación entre la edad de los conejos y la susceptibilidad al virus, así los gazapos (crías) menores de dos meses son totalmente resistentes , pero a partir de esta edad se incrementa notablemente la susceptibilidad conforme crecen y se transforman a animales adultos; especialmente cuando se trata de hembras gestantes o en lactación. Los conejos que se recuperan de la enfermedad son una fuente importante de nuevos brotes de EHVC. El virus se excreta en heces de los animales recuperados durante varias semanas, transformándose en portadores asintomáticos (1).
Los signos clínicos son: fiebre, depresión, falta de apetito, hemorragias oculares, secreción nasal espumosa sanguinolenta, dificultad para respirar, excitación, incoordinación, rigidez corporal, muerte después de 12 a 36 horas. Ocasionalmente sólo manifiestan chillidos terminales, colapso y muerte repentina (5).
La EHVC fue declarada oficialmente erradicada el 14 de enero de 1993, después que transcurrieron 22 meses, desde que se presentó el último foco activo y se demostró la ausencia de animales serológicamente positivos en las áreas del país que fueron afectadas, desde entonces no se ha presentado ningún caso.
El delegado de México ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) declaró que a partir del 20 de septiembre de 2018 México cumple con los requisitos de un país libre de enfermedad hemorrágica del conejo, de conformidad con el Capítulo 1.6. y Artículo 13.2.2. del Código terrestre y con el Capítulo 2.6.2. del Manual terrestre de la OIE2. En México la Enfermedad Hemorrágica del Conejo es de notificación obligatoria ante la SAGARPA-SENASICA, y está prohibida la vacunación contra esta (2).
A inicios de 2020, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) alertó de la reaparición de la Enfermedad Hemorrágica Viral de los Conejos (EHVC) (3). En abril de este mismo año, el Centro Nacional de Servicios de Constatación en Salud Animal (CENAPA) del SENASICA confirmó la detección del virus del EHVC subtipo 2 en muestras de conejos y liebres provenientes de Chihuahua (4). Hasta el momento, los veterinarios de la Comisión México-Estados Unidos para la Prevención de la Fiebre Aftosa y otras Enfermedades Exóticas de los Animales (CPA) del SENASICA, han detectado 36 casos de la enfermedad en animales domésticos (4). Sin embargo, Roberto Navarro, director de la CPA, menciona que tienen 55 casos confirmados en conejos y liebres domésticos y silvestres, los cuales siguen incrementando (7).
De acuerdo a una entrevista de Milenio, Roberto Navarro, explicó que en el medio silvestre, la enfermedad está propagándose rápidamente debido a factores ecológicos, ya que el virus es capaz de pasar por el sistema digestivo de sus depredadores y dispersarlo a través de las heces. Sostuvo que este virus podría provocar una baja dramática en las poblaciones en peligro de extinción de esos pequeños mamíferos, junto con la alteración de la cadena alimenticia. Este virus se considera como una pandemia (7).
Acciones
El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) mencionaron que comparten información con el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS) información para buscar alternativas de contención del brote que se presentó en el sur de Estados Unidos, en conejos domésticos, conejos y liebres silvestres, particularmente de cola negra (Lepus californicus), y conejo matorralero (Sylvilagus audubonii) (4).
Por su parte la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) trabajan de forma coordinada para contener el brote de la Enfermedad Hemorrágica Viral de los Conejos del tipo 2 (EHVC-2)5.
El laboratorio de Bioseguridad Nivel 3 del SENASICA aclaró que dicha enfermedad es propia de la especie y no afecta al ser humano, ni a otras especies de animales (7).
Recomendaciones
Los casos se pueden reportar a la Comisión México-Estados Unidos para prevenir la Fiebre Aftosa y otras enfermedades exóticas de los animales (CPA).
Si cuenta con conejeras o granjas cunícolas y están infectadas del virus debe disponer sanitariamente los cadáveres de animales silvestres para evitar que los depredadores trasladen sus restos a otros sitios, la recomendación es enterrarlos (3,6).
Después del reporte un médico veterinario oficial visitará la unidad de producción y obtendrá muestras para obtener un diagnóstico de laboratorio y se darán las indicaciones correspondientes (5).
Con la finalidad de impedir el ingreso de la enfermedad a sus unidades de producción, el SENASICA recomienda a los cunicultores diversas medidas básicas de bioseguridad, entre ellas evitar el ingreso de personas ajenas a su unidad de producción, así como de fauna silvestre y doméstica.
Para el acceso de algún vehículo en las granjas comerciales, se debe desinfectar mediante un vado sanitario o bomba de aspersión.
Evitar la compra de conejos a pie de carretera o pie de cría de origen desconocido, y cada que ingrese un animal debe estar previamente en cuarentena y fuera de las granjas cunícolas.
Colocar tapetes sanitarios al ingreso de las casetas, naves o conejeras y usar ropa y calzado de uso exclusivo para el desarrollo de la actividad cunícola.
Evitar visitar otras unidades de producción cunícola. Mantener la higiene frecuente en las instalaciones, jaulas o conejeras, así como en los contenedores que se utilizan para la alimentación de los conejos, se deben desinfectar.
Asegurar que el alimento y forraje para la alimentación, no tenga contacto con conejos silvestres e implementar un programa para el control de fauna nociva (5).
Las autoridades recomiendan suspender la cacería de conejos y liebres silvestres (7).
Para ganaderos, la recomendación en caso de detectar conejos o liebres silvestres muertas en sus agostaderos, sin aparente daño por depredación, los entierren y reporten a los números 01800 751 2100 las 24 horas del día del SENASICA, o mediante la aplicación AVISE desde su dispositivo móvil, y así contribuir a que las autoridades puedan continuar con la vigilancia epidemiológica pertinente.
Referencias