"El cultivo de papa en la región, por otra parte, es una actividad económica que por años ha enriquecido a productores paperos y a empresas multinacionales de la industria botanera a costa de explotar los bienes naturales de los ejidos más pobres de la entidad. "
Desde noviembre de 2019, Pronatura Noreste advirtió a las autoridades y la comunidad protectora del medio ambiente sobre una amenaza contra el hábitat del perrito llanero, una especie en peligro de extinción que sólo habita en México.
Esta especie vive en la meseta conocida como el Llano de la Soledad, en el municipio de Galeana, en Nuevo León. Cualquier daño a esta especie significaría la alteración de un ecosistema que da vida a miles de aves que migran cada año a esa meseta para invernar, también es hogar del águila real y de otra decena de especies endémicas o en peligro que se necesitan unas a otras para sobrevivir.
La amenaza concreta es el desmonte ilegal para el cultivo de papa en Áreas Naturales Protegidas (ANPs), que son zonas reservadas por el gobierno federal, estatal y la misma población del lugar para la conservación del medio ambiente.
El cultivo de papa en la región, por otra parte, es una actividad económica que por años ha enriquecido a productores paperos y a empresas multinacionales de la industria botanera a costa de explotar los bienes naturales de los ejidos más pobres de la entidad.
Actualmente esta industria, conformada por marcas famosas, está al borde de comprometer el hábitat de animales en peligro de extinción, acabar con el agua en la zona y de llevar a la gente de los ejidos a responsabilizarse por los delitos medioambientales que se cometan en esa región.
"La sociedad civil estamos vigilando"
Pronatura Noreste ha documentado y denunciado durante los meses recientes cada acto ilegal que han cometido empresas productoras de papa para presionar, engañar y abusar de las y los ejidatarios que habitan esas tierras.
Entre los actos ilegales —todos ellos denunciados ante la Fiscalía General de la República—, destaca la excavación ilegal de pozos para la sobre explotación de los mantos acuíferos en una zona donde sus habitantes llevan hasta dos años sin agua, la operación de maquinaria pesada para tareas de cultivo en ANPs y la firma de contratos ilegales para el arrendamiento de la tierra que se pretende cultivar. La zona más afectada ha sido la que pertenece al ejido La Hediondilla y todos los actos ilegales ya están siendo investigados.
Todos estos son actos ilegales porque la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), el Registro Agrario Nacional (RAN) y la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) no han dado ningún permiso o autorización para el cambio de uso de suelo, el cultivo de papa o la explotación de los mantos acuíferos en esos ejidos; por el contrario, prevalece la orden legal de garantizarles la máxima protección.
Asimismo, Pronatura Noreste tiene pruebas de las omisiones que han cometido las autoridades estatales para garantizar la protección del perrito llanero, toda vez que han dejado la zona sin vigilancia adecuada, se han negado a actuar para detener los actos ilegales por supuesta falta de recursos y han permitido la repetición de los hechos delictivos previamente denunciados.
Por otra parte, sabemos que las y los ejidatarios dueños de las tierras que se pretenden desmontar viven sin agua y sin oportunidades educativas y laborales en sus comunidades. De acuerdo con varios testimonios recopilados por Pronatura Noreste, esta situación está siendo aprovechada por la industria botanera para ofrecerles y explotarlos en trabajos precarizados como jornaleros, engañarlos y presionarlos para que renten sus tierras a cambio de poco dinero y acuerdos abusivos.
Frente a esta realidad, muchas de estas ejidatarias y ejidatarios no han cedido de las presiones de los empresarios y están decididos a proteger la vida de las especies que ahí habitan. Pronatura Noreste les respalda y, junto con todas las personas aliadas y comprometidas con proteger el medio ambiente y defender el derecho de los ejidos a una vida digna, nos mantendremos vigilantes.