Un medio ambiente sano, es condición sin la cual, no es posible atender adecuadamente los demás satisfactores humanos que los distintos sectores de la sociedad, en particular los grupos más vulnerables, justamente reclaman. El medio ambiente representa los cimientos sobre los cuales podemos edificar el ideal del desarrollo sostenible. Las sociedades deben descansar en el adecuado aprovechamiento de sus recursos naturales.
Es un hecho conocido que, a partir del inicio de la revolución industrial, los seres humanos hemos impactado negativamente y sin precedentes al medio ambiente, particularmente a la biodiversidad.
Los actuales esquemas económicos que se enfocan en el crecimiento de forma inmediatista, están condenando a generaciones enteras a un futuro incierto, y falto de recursos naturales indispensables para su bienestar. La sobreexplotación y contaminación del agua; el pastoreo desmedido; y la expansión descontrolada de las fronteras urbana y agrícola que fragmenta los ecosistemas; entre otros, son prueba de ello. Otros factores de deterioro de origen antropogénico incluyen, la pesca indiscriminada que devasta nuestros mares, ríos y humedales; la minería que degrada los paisajes de forma irreversible; la extracción descontrolada de flora y fauna; y los grandes proyectos de infraestructura que amenazan los “hotspots” de biodiversidad, muchos de los cuales representan los últimos santuarios de especies vulnerables.
En México, las áreas naturales protegidas (ANP) corresponden a una figura prioritaria, que permite proteger y salvaguardar lo más valioso y representativo de nuestros ecosistemas y biodiversidad. Dicho instrumento contribuye de forma substancial a garantizar el derecho humano a un medio ambiente sano para nuestro desarrollo y bienestar, que se encuentra consagrado en nuestra Constitución Política.
Durante los últimos años, el sector ambiental, en particular la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), que es la institución responsable de salvaguardar las ANP y su correcto funcionamiento de preservación, sufrió una serie de importantes recortes presupuestales, que fueron desde el 20.25 hasta del 31.32 por ciento, mismos que la colocaron en una situación precaria.
A pesar de este panorama desolador, el pasado 23 de abril, el ejecutivo publicó el “Decreto presidencial por el que se establecen las medidas de austeridad que deberán observar las dependencias y entidades de la administración pública federal”, el cual adicionalmente contempla la reducción de un 75% adicional del presupuesto disponible de las partidas de servicios generales y materiales y suministros, e imposibilita, de facto a la CONANP, de continuar con su función en la conservación de las ANP.
¡LA CONANP NO ESTÁ SOLA!, Pese a que, en ocasiones, las organizaciones no gubernamentales (ONG) como Pronatura Noreste, hemos tenido discrepancias y diferencias con dicha institución, en los hechos, hemos acompañado y apoyado a la CONANP en su mandato, desde su fundación; así como coadyuvado en su propósito de conservar estos sitios únicos.
Estamos convencidos de que la CONANP cumple una labor esencial en la conservación de la biodiversidad, y que se debe fortalecer en todo sentido; en vez de castigarle y condenarle a la desaparición.
Instamos respetuosamente al presidente de la república Andrés Manuel López Obrador y las autoridades ambientales a reconsiderar el acuerdo, y encaminar las políticas pertinentes que contribuyan al fortalecimiento del sector ambiental, reconociendo su importante labor en la conservación del medio ambiente y nuestra biodiversidad.
¡Por el bien de todos, primero el medio ambiente y a la par los pobres!