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  • Writer's picturePronatura Noreste

Arranca Programa del Curso-Taller “Desarrollo de Capacidades para Extensionismo Participativo”


Con la intención de proveer herramientas y habilidades a los técnicos de campo, que son el vínculo entre las organizaciones, agendas de conservación y desarrollo, y los propietarios de los terrenos, hoy arrancó el Programa del Curso-Taller “Desarrollo de Capacidades para Extensionismo Participativo”.

Convocado por Pronatura Noreste, U.S. Fish & Wildlife Service, el Centro de Desarrollo de Agronegocios y la Universidad Autónoma de Nuevo León, dio inicio el curso que durará hasta el 25 de junio, enfocado para técnicos y manejadores en la zona del Desierto Chihuahuense.


Dentro de los instructores se encuentran especialistas importantes en diferentes áreas como el MNI. Juan Fernando Villarreal Garza, el Ing. José Esteban Albeldaño Sauceda y el Ing. Gilberto González Martínez, quienes en el transcurso de estos días proveerán a los participantes de herramientas para el diseño de una planeación participativa, capacidades para forma capital humano de una manera participativa, para que puedan elaborar un diagnóstico participativo, diseñar una estrategia de gestión de innovación de acuerdo a la información recopilada en el diagnóstico participativo, entre otros temas.



DIVERSIFICACIÓN DEL TRABAJO


La importancia del curso radica en que el trabajo que realizan los técnicos en el campo, no puede limitarse a promover procesos de mejoramiento de la producción desde una visión técnica y unilateral; todo lo contrario, su trabajo debe de entenderse como una actividad diversa y contextualizada, enfocada a facilitar la construcción de conocimientos, articulación de saberes, intercambios de experiencias y diálogo multisectorial.


El trabajo de los promotores, extensionistas y técnicos ambientales es central para acompañar a los actores locales en la construcción de alternativas para el manejo y gestión del territorio a lo largo de los pastizales del Desierto Chihuahuense.


Especialmente el Desierto Chihuahuense representa una de las regiones áridas con mayor diversidad de especies en el mundo, donde encontramos las comunidades vegetales conocidas como pastizales, formados esencialmente por gramíneas perennes y anuales, así como hierbas, y en menor medida, algunas especies arbustivas y arbóreas.


En México, los pastizales ocupan el 6.1% (118,320 km2) del territorio nacional, y se encuentran principalmente en regiones semiáridas y de clima templado frío. En el norte del país, cubren extensas zonas en los estados de Chihuahua, Coahuila, Sonora, Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Nuevo León y Jalisco; y se encuentran entre los 1,100 y 2,500 msnm.



Pero lamentablemente en nuestro país, como en el resto de Norteamérica, los pastizales están sujetos a condiciones de cambio ambiental y degradación, este escenario de cambio ambiental debe de entenderse, junto a otras amenazas como la sobreexplotación de acuíferos, la expansión de actividades agrícolas, prácticas ganaderas inadecuadas, fragmentación del hábitat y, de manera más general, los efectos del cambio climático.


Estos pastizales se ubican en una región llena de contrastes sociales, donde se expresan diversas prácticas de manejo y conocimientos sobre el uso de los recursos naturales, al distribuirse en diferentes estados, la población que vive y depende de estos pastizales es muy diversa, teniendo así actividades económicas que por generaciones han acuñado y transformado el paisaje con sus prácticas de manejo del territorio.


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